Voy en tren y la curiosidad me puede,
lo se, cotillear, chafardear, investigar…
No solo lo que pasará al otro lado de las ventanas,
miro que hacen las personas que están al mi alrededor.
¿Tu no? Pues eso que te pierdes porque a mi me hace un viaje más ameno.
¿Por qué miro?
Porque me encanta ver como aprovecha cada uno este huequito de respiro que le da la vida.
Varias personas trabajan y adelantan tarea,
es temprano, así que comenzarán su jornada con trabajo ya listo.
Otros duermen, como troncas.
Dos leen el periódico, muy agusto, muy reclinados, deleitándose.
¿YO? Te escribo estas líneas antes de acometer mi TMI.
Si, mi TMI, Tarea Más Importante. La tengo prevista desde ayer.
Bueno, desde que supe que hoy estaría en el AVE.
(Qué rápido y suave!)
Conocer cuales son mis momentos y las tareas que encajan en cada uno es…
¡De lo que mejor que he hecho en relación con la gestión del tiempo!
Bueno, dicho esto, me pongo al lío.
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Pd: Un regalito de Javier Krahe para amenizar el viaje:
«Me monto en el AVE
que rápido y suave
me lleva a Sevilla.
Ya estoy en Sevilla.
No vine a Sevilla
a ver la Giralda
sino a verte a ti.
Y le alzo la falda.
¡Chaf, chaf, qué bien,
cuánto amor! Aaaah.
Me monto en el AVE
que rápido y suave
me vuelve a Madrid.
Ya estoy en Madrid.»
